La entrada del euro en España

El 1 de enero de 2002 el euro entró en el territorio español dejando de lado a la peseta que había sido la moneda oficial del país durante 134 años. A pesar de que el euro se implantó en nuestro país en enero de 2002, convivió con la peseta hasta el 28 de febrero de ese mismo año, a partir del 1 de marzo, en España la única divisa válida sería el euro.

Monedas de una peseta y un euro

Al formar parte España de la conocida Zona Euro, cualquier ciudadano español podría utilizar la misma moneda en cualquier país perteneciente a la Unión Monetaria Europea

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Esta transición no se llevó a cabo de la noche a la mañana, el 1 de enero de 1999, los Estados que decidieron adoptar una única moneda, tuvieron que fijar la conversión del euro para cada país participante. En el caso español, un euro equivaldría a 166,386 pesetas. Fue en marzo de 2002 cuando la peseta perdió su curso legal y tan sólo se mantuvo su valor de canje. Los poseedores de pesetas, tuvieron que acudir  a los Bancos centrales Nacionales y otras entidades financieras colaboradoras para cambiarlas por euros y poder así realizar transacciones económicas. El 1 de julio de 2002, el canje de pesetas por euros, se redujo al Banco de España. Recientemente, en el año 2012, el Gobierno de España anunció que el Banco de España dejará de cambiar pesetas a euros de forma definitiva el 31 de diciembre de 2020. Los españoles aún tienen dos años para cambiar 282.523 millones de pesetas y conseguir los 1.698 millones de euros que valen hoy en día.

La emisión de euros, es autorizada por el Banco Central Europeo. Entre los billetes de esta divisa, encontramos de cinco, de diez, de veinte, de cincuenta, de cien, de doscientos y de quinientos, cada uno con un tamaño acorde con su valor y un color dominante. Por otro lado, las monedas son de un, de dos, de cinco, de veinte o de cincuenta céntimos y de uno o dos euros. Es importante resaltar que cien céntimos equivalen a un euro.
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Tras 16 años con el euro en vigor, aún quedan españoles que no se han acostumbrado y siguen calculando el cambio de euros a pesetas. Es una realidad decir que al implantar el euro en nuestro territorio, el precio que se paga por ejemplo por una barra de pan, subió escandalosamente. El precio al que estaban acostumbrados los españoles a adquirir un bien, subió en un plazo de dos meses llevando a los españoles a la desorientación, sin embargo, a pesar de la subida de todos los productos y servicios a consecuencia del cambio de la peseta al euro, los salarios se mantuvieron. Retomando el ejemplo de la barra de pan, actualmente llegamos a pagar 1,6 euros por dicho producto, lo que equivale a casi 265 de las antiguas pesetas, lo que frustra enormemente a muchos de los españoles que sufren todavía el cambio de una divisa a otra. 



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